ELLA subió.

Por Unicornio
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ELLA subió.

A EL no le gustaban las rubias, pero en esa noche de lluvia y soledad, no se fijó en su dorado y húmedo cabello, ni en los zafiros fulgurantes que parecían sus ojos. Vió unos gráciles y descalzos pies, unas torneadas piernas, las zapatillas color granate con “stiletto” deformado en sus manos y un andar cadencioso pero lento, doloroso quizá.

No hubo palabras, sólo un tácito entendimiento. ELLA estaba a su lado ahora.

ELLA estiró su mano. Tímidamente, como acariciando el aire. Luego, con decisión, sobre la mano de él. Y ambas, sobre la rígida palanca que se hallaba lista para emplearse, dispuesta para el comienzo súbito, impetuoso.

ELLA arqueó su espalda al primer movimiento, acomodándose al molde de piel. Sistemáticamente, cada curva recorrida aumentaba la excitación de seguir un nuevo tramo de ese desconocido camino, que los guiaba a una emoción cada vez más compartida y más irreconocible una vereda extraña, que en cada rincón llevaba la promesa de una emoción única o una sensación ya familiar, pero no por ello, menos turbadora.

Sentía cómo la humedad recorría sus sentidos la sensación de sudor frío, el sabor de sus labios y el sonido del movimiento de esa palanca encarnada, púrpura.

Y ya no pudo más en el instante en que nuevamente recorrían las curvas que podían llevarlos, ya al éxtasis, ya a las profundidades de su prohibido recorrido, escuchó algo, como un jadeo que al fin se liberase desde alguna parte de su alma. No pudo reconocer su propio grito. ¿O sería el de él? ¿O sería el de los dos, como un coro repentino anunciando el orgasmo inagotable, la “petite mort”?

ELLOS examinaban ahora, los cuerpos entrelazados y los rostros, extrañamente serenos, después del explosivo final. ¿Por qué habrían tomado por ese camino prohibido, cerrado? ¿Que pensarían antes del vuelo imprevisto del vehículo rojo hacia la oscuridad, hacia el vacío... hacia el Placer Último de la Nada?

1 opiniones:

fernando dijo...

Buena historia broder!