Una hermosa amistad

Por pepe_ulises
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Durante el año de mi servicio social en baja california sur, se me hizo muy fácil y práctico pedir “aventones” para trasladarme a través de las distintas ciudades.

Lo más seguro era hacerles la parada a las “pick-up” ¡Corre rápido y súbete a la parte de atrás!

En cierta ocasión le hice la parada a una chevrolet silverado del año, y cuando estaba a punto de subirme a la parte trasera de la camioneta -como siempre- escuché que me invitaban a subirme adelante. Accedí.

De esa manera conocí a Kara, hermosísima zacatecana que se encontraba trabajando en Los Cabos. La noche anterior se había ido de reven, así que necesitaba platicar con alguien para no quedarse dormida.

Empezamos una plática bastante divertida, y ya en confianza le pregunté de broma en qué lugar de Los Cabos podría ver su show de table dance.

De esa manera me confesó que estaba en el ambiente del sexoservicio. Me dijo que con 2 meses de trabajo ahorró lo suficiente para ir a ver los partidos de México en el mundial de Alemania, además de comprarse su camioneta pagando de contado. Al ver nuevamente su rostro y cuerpo perfectos, le creí absolutamente.

La invité a salir el día siguiente Fuimos a cenar sushi, a bailar y a bajarnos la borrachera en un restaurancín milagrosamente abierto a esas horas de la madrugada. Fue en ese momento que platicamos de cosas bastante personales decepciones amorosas, golpes de la vida…

Así que cuando una hora después, en su departamento, le hice una flor de origami y busqué catafixiarla por un sincero beso, me dijo que desafortunadamente ya no podría tener ningún tipo de romance o caricia conmigo, porque ya consideraba demasiado hermosa nuestra amistad.

¡Diablos!

Y ningún argumento en los meses posteriores pudo hacerla cambiar de parecer, ni siquiera cuando en cierta ocasión en la playa, una mantarrayita me picó en el pie y uno de sus besos pudo haberme hecho olvidar ese inmenso dolor.

2 opiniones:

fernando dijo...

te felicito compa:

1) Buena redacción, secuenciacion, ortografia, final inesperado e hilarante.
2) En ningun momento consideras a la sexoservidora como tal: ella posee principios e integridad.
3) La mas creible de todas las historias: no se trata de un nerd acostumbrado a ir a los tables que dice llorar todas las noches por una que conocio en especial. JAJAJA SI COMO NO!!!!!

Antonio Rangel dijo...

Yo también te felicito... me latió mucho tu historia.